Por José Núñez .
Las personas muchas veces confundimos lo que creemos o lo que nos interesa con la realidad que se está dando y que inclusive la observamos, pero entendiendo que pensándola a nuestra imagen y semejanza acompañadas de nuestros gustos e intereses, podemos influir en cambiarla, pero déjenme decirles, así no es que funcionan las cosas.
Precisamente, lo descrito en el párrafo anterior viene a colación por lo que muchos interesados dicen sobre el «ni tú ni yo» en las aspiraciones presidenciales del Partido de la Liberación Dominicana -PLD-, queriendo significar que no deben aspirar ni el expresidente Leonel Fernández ni el presidente actual, el licenciado Danilo Medina.
Pero el «ni tú ni yo» es una frase cargada de ilegalidad e ilegítima, injusta por demás, ya que en un caso es lo permitido, pero en el otro no, por reñir con la Carta Magna, nuestra Ley de leyes, la Constitución de la República.
O sea, la maledicencia de la frase que citamos en los párrafos anteriores está en que a una persona que goza de un excelente Va Grau, con la preparación intelectual suficiente y actualizada como el que más, ligada a una vasta experiencia positiva, le quieren los meno prohibir un Derecho Fundamental, mientras que al otro que la Ley le pone un stop, un freno, lo quieren poner en el mismo carril a ambos, es decir, a Leonel Fernández y a Danilo Medina, respectivamente
Y así no deben funcionar las cosas en una nación que aspire a un fortalecimiento real de su institucionalidad en el día a día. Al que le interese hacer o aspirar a algo en el país, con todo su derecho, que proceda por lo legal, con las reglas del juego, mientras tanto, las leyes se hicieron para respetarlas y hacerlas cumplir. Entendido compai Juan.
Por eso se ha hecho inmortal el pensamiento del que fue; Jurista, pensador, historiador, catedrático y político krausista, de nacionalidad española, Gumersindo de Azcárate y Menéndez, cuando escribió, «La ley debe ser ciegamente respetada y libremente discutida».
Entonces, lógicamente, el «tú o yo» por un asunto de la época de dos liderazgos, en el cual no ha culminado la era de estos hombres en el PLD ni en el país, es obvio, evidente, que al Leonel Fernández estar marcando tan bien en las encuestas de prestigio y los otros aspirantes internos no prender aún en su partido ni en la sociedad, es que no se les ven chispas, están provocando la inminente candidatura del expresidente.
Al parecer, los demás aspirantes morados no tienen de donde mostrar sus músculos, y si no enseñan potencial en el corto plazo, ni los pocos que los aúpan ni el que los mandó a que salgan a trabajar por sus proyectos presidenciales, se va a tirar muertos encima innecesariamente, especialmente por el súper precandidato que tiene el PLD, donde todo se está delatando muy temprano en la opción morada, pero se sabe que es por lo del «tú o yo».
Por lo tanto, nadie puede negar que entre los dos líderes principales de la temida maquinaria morada se está dando el «tú o yo», especialmente a partir de los finales del año 2006 cuando Danilo Medina renunció un 7 de noviembre como el Secretario de Estado de la Presidencia y mano derecha y todo poderoso en la administración del erario bajo control de los peledeístas; encabezado por Leonel Fernández Reyna.
Otra muestra muy fehaciente del «tú o yo» entre Danilo y Leonel, fue para las elecciones presidenciales del año 2012, sí, cuando obligaron a doña Margarita Cedeño de Fernández a renunciar de una precandidatura que estaba ya legalizada, legitimada y apoyada por la mayoría estatutaria del PLD y el pueblo dominicano, según las encuestas de criterio, y a pesar de todo la hicieron renunciar, donde obviamente el presidente de entonces, su esposo, jugó un rol determinante para abrirle el camino al señor Medina.
Aunque realmente no fue consensuada esa precandidatura de doña Margarita, pero verdaderamente era la más potable, más del doble de simpatías le llevaba a sus competidores internos, aunque muchos entendían que no era la que más se lo mereciera, y se la jugaron con la otra opción, la del «tú o yo», donde ciertamente los riesgos acechaban por el bajo posicionamiento y lo pesada que se veía esa candidatura de Danilo Medina en el 2012.
En ese contexto, estoy convencido que a la larga, más temprano que tarde, la opción del continuismo en el poder la van a consensuar Danilo Medina y Leonel Fernández a favor de éste último para las próximas elecciones nacionales.
Desde mi óptica, hasta el día de hoy, los pasos que viene dando Danilo Medina es en pro del Proyecto Leonel Fernández 2020. Un buen ejemplo es o fue, decirles a los aspirantes internos en el PLD que salgan en manadas.
También donde el presidente Medina le puso la tapa al pomo, fue cuando dijo en una entrevista que le realizara la famosa comunicadora Jatnna Tavárez, el 19 de agosto de este año, que en marzo del 2019 anunciará la decisión que ya tiene tomada de aspirar o no a la reelegirse otra vez. Este planteamiento del mandatario automáticamente frisa el potencial apoyo de su gente más cercana al danilismo a los precandidatos incipiente en el PLD. Si eso no es un apoyo a Leonel Fernández, ¿qué es?
Lo que verdaderamente va a anunciar el licenciado Medina al país en marzo del 2019, sería una ratificación de que no se reelegirá otra vez o una rectificación al respecto, porque al ser proclamado para su reelección, juró en nombre de Dios no volver a aspirar, y lo dijo frente al organismo que tiene más poder en el PLD; el Pleno Nacional de Dirigentes, en fecha 31 de enero de 2016 en el Centro Olímpico.
Ahora bien, creo que el presidente Danilo Medina ha exigido una sola cosa en lo más profundo de su conciencia al doctor Leonel Fernández, y por supuesto, no la ha manifestado; y es, que se gane el apoyo del pueblo, y si la población sigue respondiéndole con su respaldo como hasta ahora se está dando, caso cerrado. También, lo de garantizarle su espacio de poder al licenciado Medina después de agosto de 2020 no debe estar en discusión.
Leonel Fernández será apabullantemente el candidato por el PLD y el próximo presidente del país, digo, si es que quieren seguir al frente de las cosas públicas.
¡Anótenlo!!!